✓ 42 cosas que cambian en la vida después del nacimiento de un niño

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Como cambia la vida

"Tener un hijo te cambia la vida": una frase que se escucha todo el tiempo cuando se trata de embarazo, maternidad y paternidad. Pero, ¿qué cambia realmente? ¿Y cómo? El sitio Babycenter.com ha compilado (gracias también a la contribución de sus lectores) una lista de las 42 cosas que se vuelven diferentes después del nacimiento de un bebé.

Finalmente, con tu bebé en brazos, aprendes a parar y disfrutar el momento.
Si alguna vez pensaste que no le tenías miedo a nada, ahora empiezas a conocer el miedo.
Y lo que temías ahora ya no te asusta. (Ver Miedo al parto: cómo afrontarlo)
Los sacrificios que creías haber hecho para tener un bebé ya no te parecen sacrificios.
Finalmente respetas tu cuerpo. (Lea también Cómo cambia el cuerpo de una mujer después del parto)
Respetas a tus padres y los amas de una manera nueva.
Te das cuenta de que el dolor de tu hijo es mucho peor que el tuyo.
Empiezas a creer en las cosas en las que creías cuando eras niño.
Pierdes el contacto con las personas con las que deberías haber roto hace años.
Tu corazón se rompe mucho más fácil.
Piensas en otra persona 234.836.178.976 veces al día.
Cada día es una sorpresa.
Las funciones corporales ya no son repulsivas. De hecho, a ti también te gustan (¡viva la caca!)
En el espejo ya no te miras a ti sino a tu bebé.
Te conviertes en un madrugador.
Tu amor se vuelve ilimitado, sobrehumano.
Averigüe cuántas cosas hay que decir sobre un simple diente. (Ver CALENDARIO DE DENTICIÓN)
Te das cuenta de que el dinero no da la felicidad. (Le puede interesar: Consejos para ahorrar dinero durante el embarazo)
Descubre dónde nace el sol.
Preferirías comprar un triciclo de plástico que esos zapatos que te morías por tener.
Descubres que, aunque no son pegajosas, las piruletas tienen poderes mágicos.
No te importa acostarte a las nueve un viernes por la noche. (Lea también: Por qué los bebés tienen que acostarse temprano)
¿Silencio? ¿Qué es eso?
Te das cuenta de que esos cinco kilos de más que no puedes perder valen la pena. (En forma después del parto: consejos para nuevas madres)
Descubre una fuerza interior que no creías tener.
Ya no necesitas reloj: ahora tu hijo está de guardia.
Miras a los padres que no pueden hacer callar a su bebé que grita con una mirada de comprensión en lugar de molestia. (Ver también Caprichos de los niños, cómo manejarlos)
Tu perro, que se había convertido en tu hijo, ahora es solo un perro. (Le puede interesar: Perro y niño, consejos para una convivencia segura)
Aunque te arriesgues a llegar tarde, te detienes para un beso y un abrazo.
Aprendes que la ducha es un lujo.
Te das cuenta de que puedes amar a un extraño.
Te das cuenta de que quieres hacer del mundo un lugar mejor.
Si antes no creías en el amor a primera vista, ahora sí.
Empiezas a apreciar a "Sésamo abierto" y sus Muppets por su aporte intelectual.
Tienes que dejar de ver las noticias, porque ves cada noticia desde el punto de vista de una madre y te rompe el corazón.
Amas más la vida: todo se vuelve más hermoso por esa personita que tanto amas.
Finalmente entiendes la verdadera razón por la que tienes senos. (Lea también Consejos para la lactancia)
Te sorprende la ayuda que recibes de los demás, ya que la obtienes de personas que no esperabas (y no de las que esperabas).
Ya no hay nada tuyo: ahora comparte todo.
No importa qué resultados hayas logrado antes: ahora miras a tu hijo y piensas que has hecho un gran trabajo. (Mira a Tu Hijo es una obra de arte)
Ahora tu hijo es la razón por la que te cuidas. (Te puede interesar 10 buenas razones para no olvidar que eres ante todo mujer además de madre)
Puedes tener una gran conversación usando solo las vocales ("aaaaah", "oooooh", "uuuuuh").