Educación para niños, las NO que les ayudan a crecer

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Catherine Le Nevez
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Ante las lágrimas, los pedidos, los caprichos, los padres muchas veces se ven desplazados, y muchas veces pensando que lo están haciendo bien, le dan a los pequeños lo que quieren. Pero nunca decir 'no' puede tener consecuencias negativas para el crecimiento de los niños.



"Decir 'no', poner límites, significa transmitir al niño un modelo que le ayudará a desenvolverse de manera independiente, le hará sentirse seguro en la familia y le ayudará a desarrollar sus propios recursos", dice la psicoterapeuta infantil Asha Philips en su libro "El no que ayudan a crecer" (Feltrinelli).

Los límites pueden ser frustrantes y enojar a un niño, pero también son puertas que lo protegen y lo hacen sentir seguro.



“Un niño que domina a un adulto está en una posición muy inquietante. Si a los dos o tres años te sientes más poderoso que quienes te cuidan, ¿cómo pueden protegerte si surge la necesidad?”

Aquí hay algunas situaciones en las que es importante poder decir 'no' según el experto.

1 No puedo dormir en tu regazo todo el tiempo

Muchas madres llevan siempre a sus bebés en brazos o en la mochila portabebés porque nada más ponerlos en la cuna lloran. Seguramente para un recién nacido la cuna es un lugar menos acogedor y cómodo que los brazos de la madre, pero si lo tomas en brazos al menor grito, se fortalece en él la idea de que sólo la madre está bien y que la cuna es un lugar terrible.



En cambio, lo que tienes que hacer es colocar al bebé en su cuna, hablarle de forma tranquila y cariñosa y hacerle entender que su cuna es un lugar cómodo y seguro para dormir. De esta forma decimos 'no' al deseo del niño de permanecer en los brazos de la madre y afirmamos que ese es su lugar.. “La madre escucha las protestas del pequeño, las entiende, pero está convencida de que no hay peligros, que ese es su bien, que descansará allí mejor que en sus brazos.” De esta forma la madre crea en él la idea de que las cosas marcharán perfectamente, fortaleciendo así su sentido de sí mismo.

Los padres pueden facilitar este proceso con algunos gestos rutinarios: una nana, unos pequeños mimos, un peluche... Todos elementos que contribuyan a tranquilizar al pequeño.

"Dormir en su cuna es el comienzo de un crecimiento emocional, un primer paso hacia la capacidad de conectarse con uno mismo y desarrollar los propios recursos, sin esperar a que el mundo exterior lo proporcione".

El niño tiene que recibir mucho amor y comprensión, pero luego tiene que encontrar su propio camino. Una respuesta inmediata puede privar al niño de la oportunidad de aprender a estar solo.

2 No siempre tiene hambre

A menudo, cuando el bebé llora, la madre inmediatamente piensa que tiene hambre y lo amamanta. Pero esto transmite el mensaje de que la comida es una fuente de consuelo. La demasiada importancia que se le da a la alimentación proviene muchas veces de la inseguridad de la madre que piensa que no tiene nada más que ofrecer y que la lactancia materna es la única solución.



De esta forma se enseña a los niños a pedir comida en cuanto sienten un vacío interior.. Estos hábitos pueden conducir a problemas de alimentación con el tiempo.

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3 No te preocupes si llora un poco

Después de la comida, otra reacción común al llanto del bebé es ofrecerle una actividad para que se sienta mejor. De esta forma el mensaje que le llega al niño es: "No soporto oírte llorar, hagamos algo ahora mismo para que pare".

En cambio, el pequeño necesita una persona segura y tranquila que le transmita el mensaje: "No tienes que preocuparte, está bien, solo estás cansado", de esta manera se le da tiempo para comprender cuál es el origen del malestar y encontrar la manera de superarlo con calma.

La madre debe demostrar que tolera el malestar y el llanto del bebé durante un tiempo., así en el pequeño se forma la idea de que está experimentando un sentimiento aceptable y llevadero y que al final pasará. Esto ayuda al niño a construir una imagen segura de sí mismo.

Además, si cada vez que un niño siente malestar se le ofrece una actividad para distraerlo, termina por no aprender a manejarse y salir solo del problema.

Cuando, por el contrario, los niños logran lograr un resultado por sí mismos, su autoestima se consolida. Si nunca hacen un esfuerzo, es posible que nunca se sientan motivados internamente.

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4 Destete, no se separa de ti sino que se abre al mundo

Algunas madres afrontan el momento del destete con miedo, y los bebés perciben este sentimiento, acabando por rechazar la comida. En cambio, es necesario que una madre transmite al pequeño el entusiasmo de introducirlo en los placeres de la vida, con diferentes sabores y olores.

Podemos pensar en el destete no "de" algo, sino "hacia" algo nuevo y bueno.

De esta forma el niño crece y se convierte en un ser autónomo. Y con el destete, la madre adquiere también mayor libertad, porque el niño la necesita menos y puede recuperar parte de su cuerpo y de su espacio mental.

5 Ante un capricho, no te enfades

No decir 'no' a un niño porque tienes miedo de sus excesos de ira significa no educarlo para controlar la agresividad y las emociones negativas.

El padre que siempre dice que sí, pensando en salvar a su hijo del sufrimiento, en realidad lo priva de la oportunidad de desarrollar herramientas para sobrellevar la adversidad.

En primer lugar, el padre debe aprender a manejar los caprichos del niño sin dejarse llevar por la ira. El adulto debe ayudar al niño a recobrar el sentido, para que se sienta menos desgarrado por la ira. Para que el pequeño esté tranquilo.

Por ejemplo, ante un capricho, un padre puede decir con mucha firmeza y decisión:

"Sé que estás enojado y te gustaría hacer otra cosa, pero ahora es la hora del almuerzo y mejor comes tranquilo en la mesa. No importa si estás tan enojado, no me voy a rendir y te Me aseguraré de que tengas eso. Eso es adecuado para ti "

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De esta manera el niño entiende que el padre está actuando por su propio bien. Saber que alguien está dispuesto a pasar momentos desagradables por nuestro bien nos da seguridad.

6 No entres en pánico cuando te separes de él

Uno de los momentos en los que es fundamental decirle no a un niño es el de la separación, ya sea para ir a la guardería o para estar con la niñera. Si un pequeño llora y se niega a que lo dejen, mamá no necesita entrar en pánico.

Pero muéstrele al niño que lo dejan en buenas manos. De esta forma, la madre reforzará en el bebé la idea de que estará bien incluso sin ella. Si, por el contrario, una madre se demora y finalmente no se va, admite que solo ella puede cuidarlo y que el mundo no es un lugar seguro.

Por supuesto, las primeras separaciones deben prepararse de manera inteligente, a través de un proceso gradual.

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7 No lo dejes dormir todas las noches en la cama.

Muchos niños luchan por dormir solos y aparecen en la cama todas las noches.

Pero no es bueno que a un niño se le permita pasar todas las noches con sus padres. De este modo se le impide convertirse en autónomo. Un niño que tiene miedo y es atrapado regularmente en letón. no desarrolla estrategias para salir adelante por su cuenta, y en consecuencia es siempre vulnerable.

El padre tiene que encontrar maneras de abordar y resolver este problema. Hable con el niño al respecto y busquen estrategias juntos. Puedes encontrar muchas soluciones: llevar un juguete especial a la cama, dejar una luz encendida, sugerirle que meta la cabeza debajo de las sábanas cuando se despierte... Lee también: ¿Letón sí o letón no? Las opiniones de expertos y padres

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8 No consientas al niño 'quisquilloso'

En muchas familias, la hora de comer se convierte en una verdadera batalla.

Pero a menudo la actitud de un niño hacia la comida depende del comportamiento de la madre. De hecho, dependiendo de cómo reaccionen los padres, el niño se hace una idea del mundo que le rodea.

Una madre que permite que su hijo sea quisquilloso prueba que piensa como él que hay muy pocas cosas buenas para comer. Una madre que cocina todos los días el mismo plato que le pide su hijo, es una madre que se deja intimidar, se muestra insegura y transmite inseguridad a su hijo. Y la comida corre el riesgo de convertirse en algo desagradable.

El problema podría solucionarse con un compromiso: por ejemplo, que el pequeño pruebe cosas nuevas. O puedes excluir algunos alimentos del menú que simplemente no te gustan, pero incluir otros para probar...

Pero lo más importante es que la madre esté segura y convencida de que está ofreciendo cosas buenas; esta será la imagen que le presentará a su hijo, quien la mayor parte del tiempo apreciará las comidas.

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9 No dejes que obtenga lo que quiere de inmediato

Cuando un niño no obtiene lo que quiere de inmediato, tiene la sensación de que esperar es malo para él. Pero el pequeño debe aprender que la espera no duele de vez en cuando, que sobrevivirá al calvario ya los sentimientos que despierta en él la espera.

Si la experiencia de esperar se repite varias veces y tiene una duración tolerable, el niño se acostumbrará y ganará confianza en sus propias capacidades.

El niño que no puede esperar está a merced de sus emociones, que son muy intensos y lo harán sentir miserable. Ponerle un límite puede ayudarlo a controlar estos sentimientos.

10 No dejes que sea grosero

Una de las tareas a las que se enfrenta un niño en edad preescolar es estar rodeado de otras personas.

Y es fundamental que los niños aprendan a comportarse bien en compañía, por el simple hecho de que si no lo hacen, nadie querrá estar con ellos.

Una madre que permite que su hijo sea grosero e irrespetuoso acepta un lado violento y grosero de su hijo que no será saludable a la larga. Los buenos modales y las convenciones no son un hecho superficial, pero le enseñan a socializar ya crear relaciones con los demás, que son la base de su vida futura.

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Vídeo: Cómo aprender a decir no a los niños

En este video el Dr. explica cuales son los no que ayudan a crecer y como poder imponer prohibiciones a los niños

Actualizado el 17.07.2022

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