
"Mi hijo usa mi pecho como chupete. Es una especie de chupete". Esta idea traduce una sensación de incomodidad que una parte de las mujeres lactantes, en algún momento, sienten cada vez más apremiantes. ¿Cuáles son las razones detrás de esta percepción?
Para reflexionar sobre este delicado y complejo tema contamos con la participación de dos expertos: Antonella Sagone, psicóloga y Consultora Profesional en Lactancia Materna (International Board Certified Lactation Consultant, IBCLC) y Sergio Conti Nibali, pediatra de familia, jefa del grupo de alimentación Acp (Asociación Cultural de Pediatras) y formadora OMS-Unicef para la promoción de la lactancia materna.
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En este articulo
- La incomodidad de mamá puede depender de la cultura dominante,
- El pecho de la madre da no sólo alimento sino también consuelo,
- Sin embargo, cada madre tiene su propio estilo de cuidado. Es justo que lo encuentres,
- Las madres de hoy están solas y cansadas. Un poco de apoyo sería suficiente,
- La alternativa al pecho como consuelo: mimos, caricias y pequeños ritos consoladores.
El malestar de la madre puede deberse a la cultura dominante
"La frase '¡Me usa como chupete!' se hace eco de las innumerables veces en que a mamá se le ha dicho: '¿Qué estás haciendo, todavía lo estás pegando al pecho?' - dice la psicóloga Antonella Sagone y consultora de lactancia materna.
En nuestra cultura, que prefiere la publicación anticipada entre madre y bebé, la lactancia materna después de los primeros meses es vista con cierto recelo. Una madre lactante a menudo se encuentra en problemas. Toda mujer se esfuerza por dar lo mejor de sí misma, a pesar de la información contradictoria que la rodea, pero en algunos casos puede hacer propia la visión cultural dominante”.
Cuando mamá cree que la están usando como chupete, muchas veces se asusta porque seguir sus instintos la hace ir en contra de las convenciones sociales.
En la misma línea, el pediatra Sergio Conti Nibali sostiene que nuestra sociedad ha subvertido una necesidad fisiológica normal: “la del niño de prenderse al pecho también para buscar consuelo y no sólo alimento”.
“Precisamente porque la lactancia materna no se considera 'normal' y fisiológica, a la madre le puede parecer extraño que el bebé busque el pecho por ese motivo”, añade la psicóloga.
Desde el punto de vista del pediatra, "también es importante recordar que hasta hace 60-70 años, los bebés solían tomar la leche materna hasta los 3-4 años y nadie se extrañaba".
Para el médico, hoy en día existe un revuelo cultural que considera la lactancia materna solo como una fuente de nutrición. El chupete, en cambio, se percibe como la norma en todo tipo de situaciones y para tranquilizar al bebé. No pocas veces, esta actitud cultural tan extendida acaba provocando sentimientos de culpa en algunas de las madres.
Lee también: No bebe mi leche del biberónEl pecho de la madre no solo da alimento sino también consuelo.
Il la leche materna es una valiosa fuente de nutrición, pero la lactancia materna también es importante momento de relacionemocional y afectivo, entre madre e hijo.
Al succionar, el bebé se siente tranquilo y puede intentar prenderse aunque no tenga hambre.
Según el psicólogo, hoy en día, esta función de contacto, propia de la lactancia materna, se ve mermada por un enfoque cultural que reduce cada mamada a una simple forma de alimentación.
En realidad, muchas veces, cuando un bebé se asusta, por ejemplo, y llora, abrazarlo y agarrarlo al pecho es la mejor fuente de consuelo. “De esta manera, también se apropia de su madre, inmediatamente entra en relación con ella”, explica Conti Nibali.
Además, para la psicóloga Sagone, es bueno saber que si la madre quiere darle el pecho al bebé para consolarlo, puede hacerlo tranquilamente: es natural y no hay contraindicaciones psicológicas.
Sin embargo, cada madre tiene su propio estilo de cuidado. Es correcto que lo encuentres
Según la pediatra, es fundamental considerar que cada madre tiene su propio estilo de cuidado. En consecuencia, la actitud hacia el prensión al pecho también cambia considerablemente.
“En la clínica sucede, por ejemplo, que el sonido del intercomunicador asusta a dos niños de alrededor de 6-7 meses. Una madre levanta a su hijo y, después de un rato, se calma.
La otra madre, en cambio, inmediatamente lo pega a su pecho, que para ella es la mejor manera de que deje de llorar”, dice el médico.
Esto significa que cada mujer tiene su propio modelo de cuidado de su hijo, único y personal. Todo ello pone en entredicho su experiencia y su historia de vida como ser humano.
“Cuando el bebé está inquieto, para algunas madres es instintivo sujetarlo al pecho, no lo experimentan como un estrés – explica Conti Nibali.
Y si es así, por lo general, la actitud es compartida en la familia, por el marido, por los que le rodean… Probablemente no tengan una suegra que repita, cada vez que el bebé se prende el pecho, '¿qué estás haciendo?'".
En este caso, la madre no plantea ningún problema: ataca al bebé cada vez que lo considera necesario sin siquiera consultar al pediatra.
Las madres de hoy están solas y cansadas. Un poco de apoyo sería suficiente
Generalmente, hoy en día, es bastante raro que una mujer pueda contar con una familia extensa o con una red sólida de amigos y parientes dispuestos a apoyarla, y ayudarla si es necesario, con el niño pequeño.
Para la psicóloga Sagone, el hecho de que una madre (quizás las 24 horas del día con su hijo), pueda sentirse sola es un aspecto subestimado.
“La experiencia con el bebé es verdaderamente envolvente, y la madre que se siente utilizada como chupete está cansada, sola, con sueño… Además, no esperaba que la investigación de mamas siguiera después de los primeros meses.
Esta madre necesitaría estar tranquila, tener la aprobación social de ella y algún consejo útil para conciliar la lactancia y el descanso”, explica Sagone.
En tal caso, por ejemplo, si le dijeron que amamantara en un sillón dejando al bebé en su dormitorio por la noche, todo es más difícil. En cambio, bastaría con colocar al bebé en una cama cercana para aliviar el 'cansancio' de los despertares nocturnos.
La alternativa al pecho como consuelo: mimos, caricias y pequeños ritos consoladores
En última instancia, lo más importante es el hecho de que cada mamá debe entender lo que realmente quiere hacer, sin culpa ni ansiedad.
“Quienes ya no tienen ganas de sujetar al bebé al pecho cuando buscan el contacto, pueden consolarlo de otras formas, con estrategias diferentes y personales”, dice la doctora.
Una solución, por ejemplo, podría ser mimarlo cantándole una canción especial cada vez que algo anda mal.
Pero incluso un libro con bellas ilustraciones puede resultar un valioso aliado para superar juntos los momentos difíciles.
“Es posible crear nuevos rituales y ofrecerle al bebé diferentes opciones para encontrar comodidad y consuelo en comparación con la investigación de los senos. Si cada vez que el bebé se asusta, llora o se agita, igual se calma y se calma, con el tiempo, él pedirá este tipo de mimos a sí mismo.
En cualquier caso, las figuras profesionales deben confiar en todas las madres y ofrecer una información correcta y objetiva sobre todos los aspectos de la lactancia, desde el nacimiento, en cada una de sus distintas fases”, concluye la pediatra.
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Preguntas y respuestas
¿Está bien amamantar al bebé para consolarlo?
Sí, si lo desea. La leche materna es una preciosa fuente de nutrición, pero también es un momento importante de relación, emocional y afectiva, entre la madre y el bebé. Al succionar, el bebé se siente tranquilo y puede intentar prenderse aunque no tenga hambre.
Lactancia materna: ¿Existe un único "estilo de atención" que deben seguir todas las madres?
Es fundamental considerar que cada madre tiene su propio estilo de cuidado. En consecuencia, la actitud hacia el prensión al pecho también cambia considerablemente.
¿Puede depender de la cultura dominante el malestar de una madre que amamanta incluso más allá de los primeros meses?
En nuestra cultura, que favorece la separación temprana entre madre e hijo, la lactancia materna después de los primeros meses es vista con cierto recelo. Una madre lactante a menudo se encuentra en problemas. Toda mujer se esfuerza por dar lo mejor de sí misma, a pesar de la información contradictoria que la rodea, pero en algunos casos puede hacer suya la visión cultural dominante.
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