septiembre, época de inserciones y vuelves a la escuela. Un momento difícil para los niños, pero también para los padres, "sobre todo si los niños se resisten y se quejan de molestias imaginarias, o hacen rabietas, gritan y lloran", subraya, médico y psicoterapeuta en edad evolutiva, y coautor junto con la psicóloga educativa Bárbara. Tamborini de "¡No quiero ir a la escuela!", manual para gestionar la ansiedad del abandono de los niños de 3 y 6 años.
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En este articulo
- La crisis es normal
- Cómo ayudar a los niños
- Cosa sin tarifa
La crisis es normal
“Cuando empiezas un nuevo camino, entras en un nuevo entorno, dejas todo lo que sabes fuera de la puerta y eso nos impacta muy fuerte a todos, incluidos los niños”, subraya la experta.
«Por eso debemos ayudar y apoyar a los más pequeños manteniendo siempre un actitud tranquila y serena. Debemos entender que esta es una fase de transición y que lo que hoy es un cambio pronto se normalizará”.
Cómo ayudar a los niños
- No te desanimes. Una buena manera de enfrentar y superar el miedo a ir a la escuela es comunicar cuantas cosas positivas vivirá el niño allí: conocerá nuevos compañeros, aprenderá nuevos juegos, explorará un mundo más grande lleno de cosas hermosas. "Nunca olvides que el jardín de infantes es un 'oportunidad de crecimiento por tu hijo y trata de transmitirle también a él esta convicción, sin desanimarte si intenta rebelarse o desesperarse».
- Inventa rituales especiales. “Ante cualquier desapego, ofrece a tu hijo imágenes, juegos y rituales que le ayuden a fortalecer su propia seguridad y sentir tu cercanía”. se trata principalmente de rituales para hacer en casa: «Al llegar a la escuela, sin embargo, el niño debe sentir un empujón para entrar al salón de clases. Mamá y papá tranquilos y sonrientes entregan a su bebé a la maestra, sin ralentizar el proceso multiplicando los besos y abrazos de saludo» comenta la experta.
- Fortalecer su autonomía. «El objetivo principal del jardín de infancia es ayudar a los niños a sentirse cada vez más capaces de hacer las cosas por sí mismos. En este proceso, el papel de los padres y abuelos es muy importante: deben ser capaces de sintonizar con la necesidad implícita de autonomía de los niños, evitando reducirla o, peor aún, ignorarla». Por tanto, evita llevar al bebé en brazos al aula y deja que intente vestirse y desvestirse solo. Por la noche, cuando el niño llegue a casa, muestre interés y aprecio por su trabajo y escuche atentamente sus historias.
Cosas que no debes hacer si tu hijo no quiere ir a la escuela
- Creer que el niño no podrá expresar sus necesidades y que no podrá pedir lo que quiere.
- Evita miradas preocupadas en el momento de la despedida, o recomendaciones ansiosas como “pórtate bien”; mejor decir que estamos felices porque le ira bien en la escuela, se divertira y aprendera muchas cosas maravillosas.
- Hacer comparaciones con otros niños, enfatizando así sus dificultades.
- Preocuparse excesivamente por lo que el niño come o deja de comer en la escuela.
- Tener miedo si lloran: es normal que lo hagan. Los adultos, en cambio, deben tranquilizarlos, si tienen miedo desorientan a los niños.
- Criticar a los maestros o cuestionar sus elecciones educativas.
- Estar decepcionado si los niños experimentan la separación de sus padres sin demasiada tristeza.
- No enfatices las notas ni su desempeño, pero ayúdales a entender que también se aprende de los errores y la escuela está hecha para ese fin. Si presionamos el rendimiento, es fácil que el niño tenga una ansiedad performativa constante: y esto hará que la separación y el ingreso a la escuela sean cada vez más complicados.
- Escuchar distraídamente los cuentos de los niños y, al mismo tiempo, llenarlos de preguntas cuando salen de la escuela. Mantenga la calma y sonría y estreche su mano, luego déjelos contar lo que han experimentado.
Preguntas y respuestas
¿Qué hacer si el niño no quiere ir a la escuela?
Es necesario apoyar a los pequeños manteniendo siempre una actitud tranquila y serena. Debemos entender que esta es una fase de transición y que lo que hoy es un cambio pronto se normalizará.
¿Qué no se debe hacer si el niño no quiere ir a la escuela?
Evita miradas preocupadas en el momento de la despedida, o recomendaciones ansiosas como “pórtate bien”; mejor decir que estamos felices porque le ira bien en la escuela, se divertira y aprendera muchas cosas maravillosas.
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