Sal y niños: cuándo usarla y qué dice la OMS


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Es la dosis la que hace el veneno

La hipertensión arterial, los problemas cardiovasculares y la obesidad son los principales riesgos asociados a un consumo excesivo de sodio, principal constituyente de la sal. Para prevenir este tipo de patologías. Es buena idea prestar atención a la cantidad de sodio que toman no solo los adultos sino también los niños.






Dado que las dudas sobre el uso de la sal en la alimentación infantil son muy comunes (y absolutamente legítimas), intentemos aclarar algunas de ellas.

En este articulo

 



  • ¿A partir de qué edad se puede añadir sal a los alimentos?
  • ¿Cuánta sal agregar a la papilla?
  • Cuidado con la sal escondida
  • ¿Qué sal es mejor comprar?
  • ¿Qué implica el consumo excesivo de sal en la dieta de los niños?
  • Cómo sustituir o reducir la cantidad de sal en la alimentación infantil

¿A partir de qué edad se puede añadir sal a los alimentos?

Si la degustación de las papillas preparadas para tus hijos te parece insípida, ¡no caigas en la tentación de añadirle aunque sea una pizca de sal!




Antes de los 9 meses, se debe evitar absolutamente la sal añadida. porque los riñones aún no están preparados para hacer frente a esta sustancia. Mejor aún, según los pediatras, si posponemos la introducción de la sal en la dieta después del primer año de vida. Los bebés necesitan cantidades muy pequeñas de sal que se satisfacen en los primeros meses de vida gracias a la leche materna o leches formuladas especialmente. Los productos para el destete, por ejemplo, no los contienen y es bueno que incluso mamá y papá limiten en la medida de lo posible la cantidad de alimentos ricos en sal que se ofrecen a los niños.


Así que no te desesperes si la papilla no te parece muy sabrosa, a los niños les encantan los sabores delicados y es bueno no acostumbrarlos desde pequeños a alimentos demasiado salados.

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¿Cuánta sal agregar a la papilla?

Por lo tanto, después del primer año de edad del niño, es posible agregar sal gradualmente, con cuidado de no excederse. Estas son las cantidades recomendadas por el Departamento de Salud y Bienestar del Reino Unido:

  • Hasta los 12 meses: menos de 1 g de sal al día (menos de 0,4 g de sodio).
  • De 1 a 3 años: 2 g de sal al día (0,8 g de sodio).
  • De 4 a 6 años: 3 g de sal al día (1,2 g de sodio).
  • A partir de los 7 años: 5 g de sal al día (2 g de sodio).


A partir del séptimo año de edad, los niños no deben introducir en su dieta más de cinco gramos (una cucharadita) de sal al día. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también se aplica a los adultos.

Cuidado con la sal escondida

Cuidado con la sal escondida
Recordemos que la sal se esconde muy a menudo entre los alimentos que compramos habitualmente. El sodio se encuentra en alimentos como:

  • Leche de vaca,
  • quesos, especialmente en los maduros,
  • carne,
  • peces,
  • pan, galletas saladas, palitos de pan,
  • embutidos y, de manera más general, en todas las carnes procesadas,
  • cereales de desayuno,
  • salsas como ketchup y mayonesa.


En el supermercado es buena idea consultar las tablas nutricionales. Si se da el valor de sodio en lugar de sal, recuerda que los alimentos que contienen más de 0,6 gramos de sodio por cada 100 gramos se consideran ricos en sal y por tanto es mejor evitarlos.

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¿Qué sal es mejor comprar?

Cuando vamos de compras, la elección a realizar es muy sencilla: es mejor preferir siempre la sal yodada, como también recomienda el Istituto Superiore di Sanità. El yodo es un aliado precioso para la salud de jóvenes y mayores. Este micronutriente contribuye al funcionamiento de la glándula tiroides y es fundamental para el correcto desarrollo del niño.

¿Qué implica el consumo excesivo de sal en la dieta de los niños?

El uso excesivo de sal es perjudicial para la salud presente y futura. El exceso de sal, y por tanto de sodio, también se asocia con un aumento de la presión arterial en los niños. De hecho, estudios recientes indican una relación entre el consumo de sal en la infancia y un aumento del riesgo de hipertensión y obesidad. Educar a los niños para que coman menos sal les ayudará a ser adultos más sanos en el futuro.

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Cómo sustituir o reducir la cantidad de sal en la alimentación infantil

En la cocina existen diversos aliados para reducir significativamente el uso de la sal. Se pueden utilizar especias, hierbas, limón, cebolla y ajo para realzar el sabor de un plato.
Otras precauciones a tomar pueden ser:

  • limitar la compra de alimentos listos para el consumo.
  • Enjuaga bien las conservas de verduras y legumbres antes de consumirlas, recordando que siempre es mejor preferir las frescas.
  • Aprende a leer las etiquetas para elegir productos con menos sal.
  • Cuece la pasta sin o con un poco de sal, o sal solo la salsa.
  • Limite el consumo de carne procesada como salchichas y embutidos.
  • Limite la compra de papas fritas en bolsas y otros bocadillos salados.


La mejor sugerencia, sin embargo, sigue siendo dar un buen ejemplo a sus hijos, eligiendo alimentos bajos en sal y saludables para toda la familia.

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